DAMN IT, Alex de la iglesia lo supo antes que yo

 Luego de ser una nómade huerfanita durante años, con mi marido nos mudamos hace menos de un mes a Tiny Horse a un edificio con vecinos similares peores que los que protagonizan la película 'La Comunidad'.
 A lo largo de estas 3 hermosas y también vecinalmentefrustrantes semanas, hemos lidiado exhaustivamente con los susodichos desde el mismísimo día en que nos mudamos.
El primer día, se presentó la veterana caliente "honorable" presidenta del consejo de convivencia, la sra. "Luli" ( sí, así se presentó esta cara dura cincuentona con corte carré y cara de frígida, digna de participar en Desperate Housewives) que nos explicó el "reglamento del edificio" ( por dios, volví a una escuela de monjas y no me avisaron? pensé que ya había terminado con esas célibes bastardas ), como si fuéramos una pareja de cerdos incivilizados que fueran a bailar cuarteto a la terraza mientras arrojamos muebles de living al vacío y nos dijo que le avisáramos cualquier cosa que necesitemos, lo cual encabezó todas las bromas de la semana como ' Tengo hambre, digámosle a la zorra del 8vo que nos haga una torta' o ' Cretina, quiero una ensalada ceasar, MOVE!'.
Días después (es por eso que a la gente no hay que tratarla bien), se sentían autorizados ( malditos confianzudos, parecen perros de geriátrico) a tocarnos el timbre cuando se les ocurría o cuando el más mínimo ruido los sobresaltaba. Pobres nosotros, con un timbre que sonaba cual campana de un Pavlov on
crack y pobres ellos, que no tenían ni tienen idea de con quiénes están tratando. De más está decir que nos volvieron locos y fue entonces cuando tuvimos una idea genial: llamamos al electricista y desconectamos el timbre con la intención de que ver por la mirilla cómo se frustraban hasta la médula y dejaban de oprimir el bendito botón de la muerte. Al día siguiente: timbre desconectado y hermosos augurios de paz y tranquilidad hasta que... MALDICIÓN,SIGUEN TENIENDO MANOS! y, claramente, piensan usarlas hasta el hartazgo para aporrear la hermosa puerta de nuestro nido de amor.
Como evidentemente no creían suficiente el castigo al que nos estaban sometiendo, consiguieron nuestro teléfono para llamarnos histéricamente y dejarnos mensajes anónimos. Claro está, que jamás le dejamos el teléfono a nadie porque, obviamente no sabiamos que teniamos, so we don't understand HOW THE FUCK did they to get the god damn number. Ahora no sólo era un acoso timbrístico, sino que pasó a ser telefónico y the obssesive ones. Y lo lograron, desconectamos el teléfono y nos entregamos a esa paz tan anhelada.  Porque quién quiere tener un fucking teléfono de línea si estamos en el siglo XXI? Claro, muramos ambos de cáncer por nuestros celulares, total, ya no tenemos vida propia, ustedes la absorbieron. Ya no podemos arrojar botellas por la ventana o embriagarnos hasta el delirio y cantar a modo de karaoke canciones decadentes porque, claro, los FUCKING ANCIANOS  vecinos, son muy susceptibles a los ruidos. Aclaro que, no sé por qué nos molestan, ya que podría apostar que la mitad del edificio usa audífono, juro que sé que es así, LO SE.
En fin, hoy por hoy no solo nos acosan, sino que no nos saludan, nos dejan basura en la puerta, nos miran con odio y nos llaman anónimamente pero, saben qué? búsquense alguien a quién le importe, porque nosotros estamos en una honey moon interminable a la que ni ustedes ni su pacata paranoia están invitados.
¿Puede ser que haya gente con tan poca vida propia que se ve obligada a arruinársela a una hermosa pareja que sólo goza de los placeres terrenales? Ok, ya sé que a ustedes, 8A, 1C, 3B y todos los valientes anónimos que llaman, les queda poco, pero por favor, es un llamado a la solidaridad: YANKEES GO HOME!